lunes, 14 de marzo de 2011

Si

Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededorpierde la suya y te culpan por ello;Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,pero admites también sus dudas;Si puedes esperar sin cansarte en la espera,o, siendo engañado, no pagar con mentiras,o, siendo odiado, no dar lugar al odio,y sin embargo no parecer demasiado bueno, ni hablar demasiado sabiamente;

Si puedes soñar-y no hacer de los sueños tu maestro;Si puedes pensar-y no hacer de los pensamientos tu objetivo;Si puedes encontrarte con el triunfo y el desastrey tratar a esos dos impostores exactamente igual,Si puedes soportar oír la verdad que has dichoretorcida por malvados para hacer una trampa para tontos,O ver rotas las cosas que has puesto en tu viday agacharte y reconstruirlas con herramientas desgastadas;

Si puedes hacer un montón con todas tus gananciasy arriesgarlo a un golpe de azar,y perder, y empezar de nuevo desde el principioy no decir nunca una palabra acerca de tu pérdida;Si puedes forzar tu corazón y nervios y tendonespara jugar tu turno mucho tiempo después de que se hayan gastadoy así mantenerte cuando no queda nada dentro de tiexcepto la Voluntad que les dice: “¡Resistid!”

Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtudo pasear con reyes y no perder el sentido común;Si ni los enemigos ni los queridos amigos pueden herirte;Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;Si puedes llenar el minuto inolvidablecon un recorrido de sesenta valiosos segundos.Tuya es la Tierra y todo lo que contiene,y —lo que es más— ¡serás un Hombre, hijo mío!

Rudyard Kipling.

No hay comentarios:

Publicar un comentario